Street Food

La comida callejera muchas veces surge como una necesidad, pasa a ser un oficio, luego un negocio rentable y finalmente se convierte en un aporte cultural para ciudades y países.

   El incremento de las actividades, las  largas horas de trabajo y el escaso tiempo para el cuidado personal le han obligado del ser humano a adoptar formas más rápidas para cumplir sus diferentes necesidades, entre ellas la alimentación. La comida callejera ha entrado a formar parte de la vida cotidiana, muchas veces por la escasez de un lapso prudente para satisfacer el hambre en los diferentes horarios establecidos por los expertos (médicos).

     Las diferentes opciones en comida callejera, muchas de ellas propias de una región en este caso el análisis ecuatoriano, como: “chuzos cuencanos, tripitas (hechas con vientres de animales), bolón, etc.” o adoptadas como: “papas con pollo, hamburguesa, pizza, entre otras”  han entrado en debate y se han convertido en uno de los competidores de los médicos tradicionalistas que ven en estas un mecanismo no adecuado para el cumplimiento de una necesidad humanas de alimentación sino que la consideran un factor de desorden alimenticio que terminan causando en el individuo serios problemas de salud como la obesidad, diabetes, gastritis, tifoidea, etc.

     Y aunque el tema de salud relacionado con este tipo de comercio irá siempre de la mano, también se topa mucho la parte económica, ya que en la actualidad según el Municipio de Guayaquil se ha incrementado más del 30% de negocios/kioskos/carretillas en la calle que brindan distintos productos que se consumen al paso, por más que suene poco creíble hasta almuerzos completos ahora se ofrecen.

     Será comodidad, ayuda o simplemente ya una forma de vivir para muchos, pero mientras más pasa el tiempo, más normal se vuelve esto. No hay que dejar de lado que este tipo de negocios también deben pasar por varios requisitos para poderse instalar, aunque con un estudio se puede revelar que una gran parte no lo hace. ¿Tenemos total conocimiento de lo que consumimos?

     De esta forma encontramos a cinco vendedores de comida callejera que cuentan su testimonio y a lo que se dedican desde hace varios años, así tenemos a Nelson Parrales, un vendedor de empanadas fritas quien es oriundo de Manabí. Èl comenzò a preparlas en casa y sin pensarlo fueron deleitando a màs personas.

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Nelson, más conocido como «El Chino», atiende sus clientes. Foto: Iskra Paredes

     Por otro lado, recorriendo el sector de Mapasingue-Urdesa, está Ángela, una madre que tuvo que regresar a su país con su hijo desde Venezuela y ahora emprende para poder sustentarse cada día, su negocio se basa en la venta de frappés de frutas.

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Ángela trabaja de lunes a viernes desde la mañana en las afueras de la FACSO. Foto: Iskra Paredes

     Con quejas hacia el gobierno y muchas ganas de salir adelante, encontramos a José León, un hombre que se las ingenia vendiendo chuzos y pizzas en horario nocturno cerca de la Facultad de Comunicación Social.

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José prepara todos sus productos para empezar a venderlos. Foto: Joe Tunbaco

    Con un mismo producto que José, tenemos a Teodosia, quien resalta la calidad de sus productos y cuenta como labora los siete días de la semana para poder sustentar su hogar.

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Teodosia deja listo lo necesario para entregar el pedido de manera rápida. Foto: Joe Tumbaco.

Como parte de la investigación, se entrevistó a la Dra. María Morán, encargada del Ministerio de Salud Pública, quien nos comenta acerca de las consecuencias que trae consumir comida callejera y las enfermedades que esta puede ocasionar. Al preguntarle acerca del tipo de control que se realiza a estos puestos de comida, nos indica que “el control a los puestos de comida como Ministerio de Salud, a lo que nos compete es que a los vendedores presenten la mejor higiene posible”, de ser posible que obtengan un certificado de salud “para un buen control del estado en el que ellos se encuentran para así no ser portadores de enfermedades” y que junto con el Municipio de Guayaquil, ellos son los encargados de velar porque los puestos cumplan con los requerimientos y las reglas sanitarias.

Además nos informa cuáles enfermedades se pueden contraer al consumir comida contaminada de la calle, entre las más comunes “tenemos enfermedades bacterianas, que pueden ser la salmonelosis, la tifoidea y, en cuanto a enfermedades virales, como es la hepatitis; la hepatitis A, también podemos contraer enfermedades parasitarias” esto es debido a que “al no tener un buen aseo; tanto de los alimentos, como del personal que los manipula, pueden trasmitir parásitos como las amebas”.

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Dra. María Morán explica detalladamente lo que conlleva consumir comida callejera. Foto: Stefanny Jiménez

Nos comentó que las enfermedades más graves que conoce por haber consumido alimentos de la calle, son “en caso de adultos es la tifoidea, que lleva consigo mucha diarrea, vómito, dolores de cabeza y, en caso de los niños es la gastroenteritis”, lo cual ocasiona vómito y diarrea, desembocando en “una desnutrición y a una descompensación y, Dios no quiera, hasta a la muerte”.

El consumo de comida callejera es una actividad común en los habitantes de Guayaquil, sobre todo en zonas urbanas. Responde a una variedad de necesidades entre las que destacan las ventajas de facilidad y tiempo, pero también el gusto por dichos alimentos y el “antojo”. Las oportunidades en que se la elige son muy frecuentes, lo que hace que la comida en la calle sea parte de la alimentación cotidiana.

INFO 1La comida callejera ha llegado a atraer la atención de varios ciudadanos, esto debido al bajo costo que presentan, incluso existen ciertas que se han podido catalogar como las más solicitadas. Fuente: Street Food

Otro punto a destacar son los bajos precios que se manejan en estos puestos, los que por supuesto también hacen crecer su demanda. Los alimentos preparados pueden tener un valor final para el consumidor de entre 3 y 5 dólares. Ciertos vendedores mantienen aún sus vínculos que les permite conseguir la materia prima mucho más económica.

INFO 2La comida callejera está presente en cada parte de la ciudad, pero existen ciertos sectores que poseen la mayor concentración de estos locales. Fuente: Street Food

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